AF y Deportiva en personas con discapacidad auditiva
¿Qué es la discapacidad auditiva?
La discapacidad auditiva es un trastorno sensorial caracterizado por la pérdida de la capacidad de recepción de las formas acústicas, ya sea por una alteración del órgano de la audición o bien de la vía auditiva.
¿Es lo mismo sordera que hipoacusia?
Una persona sorda es aquella cuya agudeza auditiva le impide aprender su propia lengua, seguir con aprovechamiento las enseñanzas básicas y participar de las actividades normales de su edad, y cuya audición no es funcional para las actividades de la vida cotidiana.
Mientras que una persona hipoacúsica es aquella cuyo resto auditivo (con o sin ayudas complementarias) le es funcional para la vida diaria, por lo que le permite la adquisición del lenguaje.
Para evaluar la función auditiva se utilizan una serie de parámetros: los sonidos varían en función de la frecuencia (cantidad de vibraciones que emite una fuente sonora por unidad de tiempo y se mide en Hercio, grave o agudo) e intensidad (cantidad de sonido que atraviesa un área, se mide en decibelios). En función de estos dos parámetros se determina el nivel o grado de pérdida auditiva.
Patologías auditivas
Las patologías auditivas pueden ser:
Congénitas:
- Malformaciones que pueden afectar al oído externo, medio, interno e incluso agenesia del nervio auditivo.
- Infecciones durante el embarazo.
- Alteraciones durante el embarazo.
Adquiridas: infecciones como otitis medias de primera infancia, otitis externas, otitis medias crónicas, colesteatoma, tímpanos perforados, etc.
Tipos de discapacidad auditiva
Según el momento de aparición:
Prelocutiva (0-2 años)
Perilocutiva (2-3 años)
Postlocutiva
Según la localización de la lesión:
Transmisión o conducción: oído medio o externo. Suelen ser pérdidas auditivas reversibles.
Percepción o neurosensoriales: oído interno. Afectan a la calidad del sonido, y no suelen poder neutralizarse.
Clasificación de la discapacidad auditiva
Según Bureau International d’AudioPhonologie podemos diferenciar entre:
Audición infranormal: la pérdida no sobrepasa los 20 db
Deficiencia auditiva ligera/leve: de 21 a 40 db
Deficiencia auditiva media/moderada: de 41 a 70 db
Deficiencia auditiva severa: de 71 a 90 db
Deficiencia auditiva profunda: de 91 a 119 db
Deficiencia auditiva total o Cofosis: ˃ 120 db
Ayudas auditivas
Audífonos: son aparatos electrónicos muy complejos que ayudan a percibir los sonidos del entorno y del habla, amplificando selectivamente cada una de las frecuencias, sin superar determinadas intensidades para evitar malestar.
Equipos de frecuencia modulada (FM): son equipos que transmiten la señal sonora mediante ondas de alta frecuencia, evitan interferencias y mantienen constante el nivel de entrada de la señal auditiva.
Implantes.
La pérdida del canal de audición supone la carencia de un sentido fundamental para la adquisición del lenguaje, es por ello que la vista cobra vital importancia.
Características de la población con deficiencia auditiva
A nivel cognitivo:
Retraso en la inteligencia abstracta.
Déficits atencionales.
Dificultad para anticipar situaciones y planificación de la conducta.
Dificultad para la comprensión de actividades regladas y complejas.
A nivel socioafectivo:
Pueden manifestar cierta actitud irritable y agresiva.
Mayor expresividad y aumento de las gesticulaciones.
A nivel motriz:
Menor capacidad de velocidad de reacción.
Desequilibrio en la estructuración espacio-temporal.
Dificultad para la apreciación del ritmo.
Alteraciones en el equilibrio estático y dinámico.
Problemas en la coordinación locomotora.
Problemas de control postural.
Beneficios de la actividad físico-deportiva
La práctica de actividad físico- deportiva va a provocar numerosos beneficios en las personas con deficiencia auditiva, disminuyendo y mejorando las alteraciones que esta le provocan.
En el ámbito social y psicológico la actividad física va a permitir ‘’abrirse’’ al mundo exterior, suavizando el carácter arisco que caracteriza a la persona sorda. Además estimula el desarrollo de la personalidad y la afectividad individual y para con el grupo, trabajando la aceptación y valoración del propio cuerpo.
En cuanto al ámbito motriz, mejora la capacidad de reaccionar ante estímulos, de anticipar situaciones y de seguir el ritmo. Así como mejora el equilibrio y la coordinación, influyendo en la orientación espacio-temporal.
Escolarización del alumnado con deficiencia auditiva
Es muy importante tener en cuenta que para poder escolarizar a un alumno con deficiencia auditiva, el centro educativo debe cumplir una serie de condiciones como son:
El proyecto educativo debe contemplar la atención del alumnado con deficiencia auditiva.
Contar con un profesorado bien informado y que conozca el lenguaje de signos.
Contar con asesoramiento de especialistas.
Disponer de recursos materiales adecuados.
Facilitar la integración de las familias.
Dentro de la propia clase de educación física el profesor debe seguir una serie de orientaciones metodológicas para garantizar el mayor grado de desarrollo posible de las capacidades establecidas, adaptando y utilizando los medios y recursos necesarios.
Cabe destacar que al contrario que pasa en el resto de trastornos, las personas con trastorno auditivo pueden realizar la gran mayoría de las actividades físico deportivas. La principal dificultad que se presenta al profesorado es la comunicación y comprensión del mensaje, pero se soluciona simplemente cambiando las señales acústicas por las visuales.
Recursos a considerar en la clase de educación física
Para una mayor comunicación y comprensión del mensaje:
Ofrecer condiciones óptimas de lectura labial: hablar de frente, el alumno debe ver la totalidad de de la cara del profesor, hablar de forma lenta, pausada y gesticulando cada palabra, y es importante que la cara se encuentre iluminada.
Completar lo que se explica oralmente con elementos extravervales.
Automatizar una serie de gestos.
Explicaciones cortas y precisas.
Minimizar el ruido del ambiente.
Proporcionarle información previa a la actividad que se va a realizar, de forma escrita.
Asegurarse de que los conceptos quedan claros.
El profesor debe conocer la lengua de signos.
Para seleccionar las actividades a realizar:
Actividades que faciliten la igualdad de oportunidades.
Realizar juegos de sensibilización.
Potenciar los juegos de cooperación y oposición.
Incidir en actividades que desarrollen las capacidades que más dificultad les presenta, lateralidad, equilibrio, ritmo, percepción espacio-temporal.
Motivar a partir de experiencias previas sin proponer actividades muy complejas.
Para la realización de las actividades:
Iniciar la sesión con una explicación de las actividades y el orden de estas.
Comunicarse a partir de la ejemplificación visual y buscar alternativas acústicas.
Asegurar la comprensión de las normas.
Tomar las medidas de seguridad adecuadas.
Eliminar las fuentes de ruido y utilizar colores vivos.
Aprovechar la percepción vibro táctil con globos o pelotas.
Conseguir un alto grado de autonomía e independencia.